domingo, 4 de diciembre de 2011

En casa y después de la vuelta del viaje, hemos celebrado el cumpleaños de mi hija Celia, 18 años lindos que me llenan  de satisfacción y de orgullo, porque ella ha sido desde enana una buena hija, obediente y ordenada, educada y respetuosa con los mayores, por eso merecía este día con todos los detalles de un buen cumpleaños, además 18 años es un buen número para celebrar, un despertar a la vida y sus maravillas.

Córdoba está un poco vacía, pero la tranquilidad se disfruta mucho más y se escuchan mejor los sonidos que casi nunca percibimos cuando hay mucho ajetreo de gente que va y que viene, aunque ya se respira el ambiente de las fechas navideñas que celebraremos ya en nuestro hogar.

Madrid es un buen sitio para visitar, para pasar unos días, me agobia el ir y venir y el trasiego de tantas personas que siempre parecen ir con prisa y aunque es una ciudad preciosa, prefiero la vida de Andalucía, de esta tierra que nos vio nacer.



Por fin en casa aunque el mes de febrero viajaré a Jaén, al menos es Andalucía también, allí me necesitan. De momento nos disponemos a seguir con nuestra rutina, que aunque muchas veces nos quejamos de ella, luego se echa de menos porque es un poco  lo que nos da seguridad a la familia.

2 comentarios:

  1. ¡Felicidades para tu hija! Y yo te apoyo con lo de la rutina; me gusta hacer cosas nuevas, pero también le tengo un cariño que no veas a la seguridad de lo que hago todos los días...
    ¡Saluditos!

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  2. Andres, feliz Navidad, que el niño Jesús te llene de bendiciones.

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