Volver a vivir

Salir de lo malo es volver a vivir, la enfermedad es como un pozo muy negro del que parece que nunca se vaya a salir. Médicos que te dicen, enfermeras, olor a hospital, familias destrozadas que buscan respuestas en los ojos y en las caras de lo que ponemos nuestras vidas en sus manos, mucha tensión de meses, dolor e impotencia.

Vuelve la tranquilidad y desaparece en parte ese miedo acumulado. Ahora en Jaén descanso deseando volver a mi tierra, creo que la veré  distinta, como mas viva y más acogedora, se me ofrecerá con toda su luz a pesar de las nubes, plena de belleza. Y mis ojos la mirarán vivos otra vez. Se me inunda el alma de luz y de vida, me acojo a la esperanza .

En casa y después de la vuelta del viaje, hemos celebrado el cumpleaños de mi hija Celia, 18 años lindos que me llenan  de satisfacción y de orgullo, porque ella ha sido desde enana una buena hija, obediente y ordenada, educada y respetuosa con los mayores, por eso merecía este día con todos los detalles de un buen cumpleaños, además 18 años es un buen número para celebrar, un despertar a la vida y sus maravillas.

Córdoba está un poco vacía, pero la tranquilidad se disfruta mucho más y se escuchan mejor los sonidos que casi nunca percibimos cuando hay mucho ajetreo de gente que va y que viene, aunque ya se respira el ambiente de las fechas navideñas que celebraremos ya en nuestro hogar.

Madrid es un buen sitio para visitar, para pasar unos días, me agobia el ir y venir y el trasiego de tantas personas que siempre parecen ir con prisa y aunque es una ciudad preciosa, prefiero la vida de Andalucía, de esta tierra que nos vio nacer.

Por fin en casa aunque el mes de febrero viajaré a Jaén, al menos es Andalucía también, allí me necesitan. De momento nos disponemos a seguir con nuestra rutina, que aunque muchas veces nos quejamos de ella, luego se echa de menos porque es un poco  lo que nos da seguridad a la familia.

Comenzar de nuevo

Bueno, este es mi nuevo blog, perdí el que tenía anteriormente sin saber como ni por qué y después de muchas cavilaciones y malos ratos, he decidido comenzar de nuevo en esta andadura de las palabras, tan necesarias para el desahogo, el aprendizaje y sobre todo para la comunicación.

Salgo de viaje, pero aquí tengo ya mi espacio y volveré en breve con mis cosas.

Hasta pronto.